Wednesday, May 13, 2015

Nuestro mapa de amor en el enamoramiento

Un mecanismo importante que lleva a los seres humanos a enamorarse es el "mapa de amor" de cada uno, así llamado por el sexólogo John Money. "Estos mapas de amor comienzan a formarse desde el momento del nacimiento", sostiene Money; se trata de un molde repleto de circuitos cerebrales en los que se halla codificado que nos gusta y qué nos disgusta. Money considera que los niños desarrollan estos mapas entre los cinco y los ocho años de edad (o incluso antes) como resultado de asociaciones con miembros de su familia, con amigos, con experiencias y hechos fortuitos. Por ejemplo, de pequeña una persona se habitúa al alboroto o la calma hogareña; al modo en que la madre presta atención, reprende o acaricia; a las bromas del padre, a su forma de caminar, o a sus olores. Ciertos rasgos de personalidad de sus amigos y parientes le resultarán atractivos; otros quedarán asociados con incidentes perturbadores. Gradualmente estos recuerdos comienzan a formar un modelo dentro de su mente, un molde subliminal de lo que le produce rechazo y de lo que la atrae. A medida que esa persona crece, este mapa inconsciente toma forma y una protoimagen compuesta de la pareja ideal emerge poco a poco. Luego, en la adolescencia cuando las pulsiones sexuales inundan la mente, estos mapas eróticos se solidifican y se vuelven "bastante específicos en cuanto a detalles de la fisonomía, estructura física, raza y color del amante ideal, y mucho más del temperamento, los gustos y demás''. Surge una imagen mental de la pareja ideal, de los rasgos que uno encuentra atractivos y de los temas de conversación y actividades sexuales que a uno lo excitan. De modo que, mucho antes de que el verdadero amor pase a nuestro lado en el aula del colegio, por la calle o en la oficina, uno ya elaboró algunos elementos básicos del enamorado ideal. Entonces, al encontrar realmente a alguien que se adapta a estos parámetros, uno se enamora de él o de ella y proyecta sobre este manchón amoroso el propio mapa del amor. El receptor generalmente difiere bastante del verdadero ideal. Pero uno hace a un lado esas contradicciones y se derrite por el ser que construyó. De ahí las famosas palabras de Chaucer: "El amor es ciego". Estos mapas del amor varían de un individuo a otro. Algunas personas se excitan cuando ven un traje elegante o el guardapolvo de un médico, a otros les atraen los pechos grandes, los pies pequeños o el sonido de una carcajada alegre. La voz, la sonrisa, las amistades, la paciencia, la espontaneidad. el sentido del humor, los proyectos, la coordinación, el carisma: una miríada de elementos subliminales, tan obvios como nimios, se combinan para convertir a este hombre o a esta mujer en alguien mucho más atractivo que cualquier otra persona. Todos podemos enumerar unas cuantas cosas específicas que consideramos atractivas, y en lo profundo de nuestro psiquismo hay muchas más.

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